lunes, 26 de septiembre de 2011

ANTE TODO, MUCHA CALMA

Perdón por las alarmantes señales de falta de autoestima que he dejado por aquí en las últimas entradas.

Sí, es verdad que estoy muy nervioso, que tengo la sensación de que no hay nada bajo control, pero es que siempre es así... rodar una peli es una aventura enloquecida, como viajar en un autobús sin frenos por las calles de San Francisco (que son cuesta abajo... a menos que vaya en el otro sentido, en cuyo caso son cuesta arriba): no hay manera de parar esto, solo puedes dar volantazos para solventar los obstáculos.


Me pido ser Sandra Bullock...

Lo que pasa es que, el otro día, me di cuenta de los muchos obstáculos que hay que esquivar para llevar esto a buen puerto y que hay mucha gente implicada, que está poniendo su tiempo, su esfuerzo e incluso su dinero para que esto salga adelante, y me acojona fallarlos... y fallarme a mí mismo (que también pongo mi tiempo, mi esfuerzo y un dinero que no tengo).

Quiero tranquilizar a los que se hayan podido alarmar al ver a un director tan aterrado y superado por las circunstancias: a mí el miedo me da fuerzas... los problemas inabarcables me dan ganas de superarme... pero a cambio de breves momentos de pánico total (que se solucionan escondiéndome a llorar un rato en el baño... o escribiendo penas en este blog).

Sí, amigos... estoy en plena forma... voy a darlo todo... la Señorita Pájaro va a despegar.

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